Katatonia se formó en el 1991, por el dúo compuesto por Anders Nyström
(Blakkheim) y Jonas Renkse (Lord Seth), los cuales, tras la
incorporación del bajista Guillaume Le Huch, publicaron su primera demo
titulada Jhva Elohim Meth. Un año después dicho demo se publicaría como
un EP.
En 1993 graban su primer disco, Dance of December Souls. Sus primeros
lanzamientos se encuadran en un sonido marcado por la influencia del
black metal depresivo (por lo que respecta a los desgarrados gritos de
Renkse) y el doom épico, lento, mezclado con toques de rock gótico
similares a Fields of the Nephilim. En esta primera época, las canciones
son dirigidas por las melodías depresivas de la guitarra de Blackheim y
el reverberante realce del bajo de Le Huch. A pesar de lo abrupto de
algunas de las transiciones, cabe destacar la limpieza de su sonido, con
apenas distorsión, los brillantes interludios acústicos y su primer
éxito: Without God.
Tras la marcha de Le Huch (después de la publicación en 1995 del Mini-Cd
For Funerals to Come), el sonido de Katatonia sufre un brusco reajuste,
que culminará con la aparición de Brave Murder Day (1996) y el Mini-Cd
Sounds of Decay un año después. La linea de bajos pierde gran parte del
protagonismo, que pasa totalmente a las lineas de guitarra escritas por
Blackheim. Creador prácticamente de un nuevo sonido apenas explotado
anteriormente por otras bandas, los riffs de esta época y gran parte de
la época más «rock» de la banda se caracterizan por una mayor distorsión
y agresividad, una simpleza extrema y su repetición ad nausea, casi
agónica. Mediante esta aproximación minimalista, la banda consigue
ahondar más que nunca en la sensación de Catatonia como un estado de
ánimo en el que la vida es incapaz de ningún progreso y donde el oyente
se siente empujado a la introspección, a replegarse sobre si mismo como
método defensivo. Es, quizá, su disco más cercano al Doom/Death, aunque
esta clasificación quizá deba más a la sensación opresiva, angustiosa y,
en definitiva, de No Progreso de las canciones que a su sonido (más
acelerado que el sonido Doom estándar). Cabe destacar de esta época la
colaboración de Mikael Åkerfeldt (Opeth) cantando en las canciones más
agresivas con un gruñido gutural típico del death metal. Para los fans
del metal más extremo, esta época resulta la más fructífera de la banda,
pues a partir de entonces Renkse desarrollaría un estilo vocal propio
más cercano al rock, abandonando finalmente todo atisbo de brutalidad y
las propias composiciones de la banda irían en busca de una creciente
complejidad melódica en detrimento de la agresividad.
Después de varias publicaciones, Katatonia sorprendió a sus fans con el
lanzamiento del álbum ‘»Discouraged ones» (1998). En este álbum y los
sucesivos el grupo se ha ido apartando progresivamente de los estándares
del Doom/Death metal para apostar con fuerza por un estilo de rock
depresivo con tintes góticos. Lo que nunca ha perdido el grupo es su
tono melancólico. Renkse mejora su entonación disco tras disco. Para
cuando se publica Viva Emptiness (2003) su estilo vocal, distante y
elegante, melancólico y reflexivo, ya está perfeccionado. En cuanto a
las composiciones de Nyström, ganan en complejidad con cada lanzamiento.
En cada nuevo disco de esta etapa de rock depresivo la banda
experimenta con la inclusión de ambientes generados con sintetizador y
con una complejidad melódica cada vez mayor (estructuras atípicas y
sincopadas, desarrollo simultáneo de lineas melódicas diferentes e
incluso ataques contrapuestos de guitarra durante el transcurso íntegro
de una canción). Gracias a esta constante evolución de su sonido,
Katatonia ha ido aumentando su popularidad álbum tras álbum, llegando
cada vez a un espectro de público más amplio que bebe de los oyentes del
rock alternativo y progresivo.
The Great Cold Distance (2006) supone un salto adelante de la
banda. En un curioso movimiento, Nyström abandona definitivamente su
sonido tipo para lanzarse a la experimentación más salvaje. En las
canciones de este disco, las melodías fluyen a lo largo de cada tema sin
detenerse por un momento. Cada una por libre, en múltiples capas, para
acabar configurando un tema cohesionado de increíble complejidad (tanto
es así que resulta complicado gozar del disco con una primera escucha,
siendo necesarios sucesivos intentos para entender qué está sucediendo).
A pesar de haber abandonado el sonido más accesible de su etapa
inmediatamente anterior, The Great Cold Distance ha sido un éxito de
crítica y público, confirmando que la banda es cada día más popular.
(1993) Dance of December Souls
(1996) Brave Murder Day
(1998) Discouraged Ones
(1999) Tonight's Decision
(2001) Last Fair Deal Gone Down
(2003) Viva Emptiness
(2006) The Great Cold Distance
(2009) Night Is The New Day
(2012) Dead End Kings
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