jueves, 2 de mayo de 2013

SABATON

En el mundo del Power Metal, el elemento épico a menudo se mira desde el punto de vista clásico del concepto: héroes, batallas, dragones, tierras misteriosas, magia, etc., y así lo ha sido prácticamente a lo largo de toda la historia del género. Bandas como Blind Guardian o Rhapsody han colmado sus álbumes de dicho, tanto en términos musicales, con la utilización de orquestas en sus composiciones, como en términos líricos, escribiendo grandes historias detrás de ese coro majestuoso.
Sin embargo, con el paso del tiempo las cosas han cambiado y dentro de esas está, lógicamente, la noción de lo épico. Para algunos, las grandes historias medievales empiezan a quedar atrás y ahora es tiempo de cantarle a los héroes de nuestro tiempo, aquellos que combaten con armas, cascos, tanques y fuego. Si bien en el Thrash y en Death estos temas ya son frecuentes, en el Power los pilares habían seguido inalterados hasta la llegada de esta banda.

Sabaton es una agrupación powermetalera sueca creada en los albores del nuevo milenio por cinco sujetos que decidieron cambiar los cánones establecidos y, que al parecer, lo han logrando con relatos de las guerras mundiales, desembarcos e invasiones, heroicas resistencias frente a los Nazi o Mussolini, bombardeos y marchas sobre ciudades, con su estilo musical/vocal/letrístico definido literalmente en las primeras notas de su sorprendente disco debut, “Primo Victoria”. Todo, hasta que este 2012 dan un giro en sus temáticas de guerras contemporáneas y con “Carolus Rex” se aventuran en la misma historia sueca, de cómo un país pobre en el norte de Europa logra levantarse hasta transformarse en un temido y poderoso estado militar en el siglo XVII.
Con esa misma fuerza, unos “chicos del campo escandinavo” se toman por asalto Europa para convertirse en uno de los grupos más importantes del metal melódico en la actualidad, admirado en Polonia y Grecia por sus letras que rescatan el heroísmo de sus pueblos, festejado en Alemania por su popularidad y respetado en Suecia por su rescate de su historia…
Año 1999, Falun, Suecia. Pär Sundström (bajo), Rikard Sundén (guitarras) y Daniel Mullback (batería) se juntan para formar una banda bajo el nombre de Aeon, con la idea de empezar a armar temas en una línea Death/Thrash Metal. Se convencen sin embargo de dirigirse a territorios más heavy y tradicionales cuando conocen a Joakim Brodén y Oskar Montelius, quienes serían la voz/teclado y uno de los guitarristas, respectivamente. Con el tiempo se rebautizan como Sabaton (escarpe en inglés) inspirándose en la pieza de armadura que cubría los pies de los caballeros del Renacimiento.

Tras la grabación de algunas maquetas en dicha localidad rural de Suecia y su posterior envío a distintos sellos, el grupo opta por firmar con una discográfica ubicada al fondo de Europa, Underground Symphony (Six Magics, Skylark) de Italia, que sería la encargada de publicar “Fist For Fight”, álbum con las primeras composiciones de banda.
Los diversos gustos musicales de los miembros que oscilan entre el Death, el Thrash y el Power tradicional alemán, con Gamma Ray y Kai Hansen como sus máximos ídolos, producen una mixtura interesante que da como resultado un Power guiado por riffs pesados, una voz grave con fuerte acento en las consonantes y coros potentes, muchas veces cantados por dos o tres integrantes. En cuanto a las letras sin embargo, nada definido todavía: por un lado la canción Shadows habla del Señor de los Anillos y por otro, Hellrider, acerca de motores, carreteras y ruedas echando humo.
En cuanto a otros lanzamientos durante la primera parte de la década, el grupo en el cual Brodén y Sundström toman el mando compositivo no da más señales, pero trabaja arduamente en silencio para construir su arsenal y armarse hasta los dientes con el propósito de pulir sus ideas. Sabaton así empieza de manera lenta y cuidadosa como arcilla fresca en manos del artesano, a idear su estilo propio que tantos cascos y uniformes de guerra vería en un muy cercano futuro.

Ya corriendo el 2005, el astillero de guerra termina su trabajo. Con un estilo bien definido y con el soporte de un sello nuevo, Black Lodge Records, ve la luz el verdadero debut de Sabaton, “Primo Victoria”, por algunos el Magnum Opus de la banda, liberándose la bestia del cambio que en los años venideros llegaría a los más grandes escenarios del género y a todos los oídos metaleros.
Con una portada donde se muestra el fin de una batalla, con una bandera del Imperio Sueco, una paloma blanca posada sobre el logo y lo que puede ser interpretado como “la luz de la victoria”, el álbum ya muestra una escena poco común para el Power, sin embargo, el titulo en latín podía ser fácilmente atribuible a cualquier disco del movimiento melódico. Es cuando se da vuelta el CD y se leen los títulos de las canciones cuando uno se encuentra con la gran sorpresa: Stalingrad, Counterstrike, Panzer Battalion, entre otros. Probablemente nunca antes se había hablado de tanques y de la Segunda Guerra Mundial de una manera tan directa en un trabajo de Power Metal, sin miedo a utilizar palabras “complejas como como “nazi”, entre otras.
En cuanto a música, el resultado es concreto: metal bien articulado, sin demasiada parafernalia y acorde al contenido lírico. Fuerza, poder y gloria que se convierten de ahora en adelante en el estandarte de batalla de Sabaton.

El esfuerzo es todo un éxito entre la audiencia europea y la banda comienza a aparecer en distintos blogs, con gente comentando acerca de “ese grupo que canta sobre el Día D”, con reviews en revistas y sitios que no bajan de una puntuación de ocho. Sabaton llega al público brindando una completa nueva imagen para el género, dejando a otros los dragones y los hechizos. Es el inicio de una revolución armada con temas como Primo Victoria, la composición más reconocida de los suecos hasta ahora. Tanto, que incluso Van Canto invitaría años más tarde a Brodén para grabar a su muy propio estilo y a capella las célebres frases de “through the gates of hell, as we make our way to heaven through the Nazi lines… Primo Victoria”.
Sobre las letras y su sello tan particular a la hora de cantar, Joakim explica: “Ponemos una inversión extra cuando escribimos las líricas, aunque también cuando estoy grabando las pistas vocales. Mi canto por lo general es sobre-pronunciado. Es nuestra forma de “actuar” las cosas, para lograr que las letras tengan mayor lógica”.

Tras los elogios conseguidos con “Primo Victoria” y con su estilo absolutamente definido en cuanto a música, letras y canto, la banda no ve otro camino que seguir adelante por la misma senda para continuar su ascenso. De nuevo con el sello Black Lodge Records, Sabaton saca al aire dos discos tan buenos -sino mejores- que el primero, “Attero Dominatus” (algo como “Destruir la Tiranía”) y “Metalizer”, el 2006 y 2007 respectivamente.
El primero marca el debut del tecladista Daniel Mÿrh en el lineup -la única modificación que tendría Sabaton hasta el 2012-, proveniente del pueblo “rival” de Falun, Borlänge, dejando a Joakim enteramente concentrado en las voces y la composición. Además, “Attero Dominatus” también es el causante del primer videoclip del conjunto, dedicado al tema título. Tal y como en el CD anterior, las letras están dedicadas en un ciento por ciento a tópicos bélicos. La Primera Guerra Mundial, Al Qaeda, el Tercer Reich de Hitler, las Malvinas, Hiroshima y Nagasaki y son sólo una parte de la extensa bibliografía citada en la entrega. Asimismo se encuentra Metal Crüe, canción en tributo al Heavy Metal compuesta casi entera por nombres de los más grandes grupos como Accept, Venom, Judas Priest, Iron Maiden, Metal Church y muchos otros.

Con “Metalizer” en cambio ocurre un hecho muy peculiar. Éste CD doble es nada menos que el “Fist For Fight” de años atrás cuando la banda todavía se encontraba con Underground Symphony, tanto en versión original como en otra completamente vuelta a grabar, incluyendo nuevas pistas como Birds Of War. El material recién se libera el 2007, cuando la antigua discográfica cede los derechos del registro. Raras son las ocasiones en las que cosas así suceden, un “debut después del debut”, y como si fuera poco, yendo de la mano de canciones anteriores a cualquier cualquiera.
Ambos trabajos son claves para un Sabaton que consigue girar por todo el Viejo Continente dos veces, tocando en Suecia con bandas como Therion y Grave Digger y participando en reconocidos festivales metaleros. Definitivamente se puede hablar de un “momento bisagra” en el que se vislumbra que “Primo Victoria” es mucho más que un hit efímero, puesto que los aficionados se ven incluso más interesados en esta renovada concepción del Power Metal.

“Sun Tzu dijo: El Arte de la Guerra es de vital importancia para el Estado.
Es un asunto de vida o muerte, una ruta hacia la seguridad o a la ruina”.
Al momento de escribir un próximo material y aprovechando el arrastre ganado entre la fanaticada europea del Power Metal, que ya entendía muy bien qué esperar de Sabaton en cuanto a sus épicas temáticas de guerra, Joakim se las juega por armar un disco junto con sus seguidores. Por ello, el cantante y ya instalado líder del conjunto le pide a los aficionados que le envíen letras, historias de batallas, hechos e hitos históricos para colocarlos en la placa que editarían el 2008. “En los últimos años como grupo nos hemos dado cuenta del valor de estar cerca de nuestros fanáticos y oír sus pensamientos”, escribe Brodén en ese tiempo.

Y las propuestas llegan por cientos, recuerda el frontman. “Algunas eran basura, aunque otras nos sirvieron de gran inspiración para la creación del álbum”. Como resultado aparece lo que puede ser considerado como el break-through definitivo de Sabaton, la obra que verdaderamente los lleva al estrellato, su cuarta producción titulada “The Art Of War” en evidente referencia a aquel antiguo libro escrito por el sabio estratega militar chino Sun Tzu, que por si fuera poco viene de regalo en una de las ediciones limitadas del lanzamiento.
Con la misma estética y perfil musical, además de líricas centradas particularmente en campañas de las dos Guerras Mundiales y alguna que otra cita del libro ya mencionado, “The Art Of War” no sólo mantiene el incólume el sensacional avance de la banda de Falun, sino que sitúa a sus responsables en un lugar de privilegio en la escena europea.
En lo musical, la entrega no es la excepción a lo que los músicos venían haciendo hasta ese momento, pues trabajan en el mismo estudio y con la misma discográfica, los mismos ingenieros, los afamados hermanos Tommy & Peter Tägtgren, y la misma fórmula: metal y guerra. No obstante, el éxito es tan potente que Sabaton se convierte en protagonista de las carteleras, apareciendo como plato fuerte en festivales donde el público empieza a dejar de ondear espadas inflables para colocarse cascos y levantar metralletas de plástico durante sus presentaciones.

La estrategia de tomar ideas de fanáticos de los países que han sufrido la guerra en carne propia, cobra sus frutos. 40:1, inspirada en la heroica batalla de Wizna conocida como “las Termópilas polacas”, cuando en septiembre del ’39 unos cuántos soldados armados debieron hacer frente al inmenso poderío del ejército invasor de Hitler, se convierte en todo un hit en Polonia. Tanto es así que el 2009, durante el 70 aniversario y en el mismo lugar de los hechos, le piden a Sabaton tocar la canción en el día de la Independencia de dicho país, despertando una relación de sangre y camaradería más que especial entre los músicos y los polacos.
Otro punto alto es Ghost Division, que hasta ahora ocupa Sabaton para abrir sus shows en vivo, describiendo el paso de los panzer de Rommel en Francia durante la Segunda Guerra Mundial. El single y video mientras tanto, Cliffs Of Gallipoli, suena con sus similitudes a Gutter Ballet de Savatage en las radios nórdicas y se convierte en un Nº 1 inmediato. Después, los integrantes de Sabaton tendrían la oportunidad de actuar en Turquía y visitar la península de Gallipoli, donde tantos jóvenes australianos, neozelandeses y turcos perdieran sus vidas en 1916 en plena caída del Imperio Otomano. “Por algún motivo, Cliffs Of Gallipoli tiene un significado bien especial para mí”, dice Joakim Brodén. “Esa canción y esas letras de verdad personifican la locura que es la guerra”.
La banda crece y crece con sus dramáticos relatos de batalla, invasiones y resistencias armadas. Tours con Helloween, una nominación a un Grammy Sueco son sólo otros de los puntos altos alcanzados en esos años. Los registros indican de hecho que entre el verano del 2008 y el invierno del 2009, Sabaton habría tocado cerca de 160 shows en más de 20 países, acompañando a Dragonforce y Hammerfall, entre otras agrupaciones.
Sin dudas Sabaton pasa a formar parte de las grandes ligas del metal europeo y el 2010 otro desafío se aproxima para la avanzada sueca…

Para cuando “Coat Of Arms” se lanza en mayo del 2010, Sabaton ya había dejado atrás la esfera under de manera definitiva, estando en la mira de toda la Europa metalera, sin excepción. Muestra de aquello es que termina contrato con su antiguo sello colaborador Black Lodge Records para firmar nada más ni nada menos que con la ultra-reconocida Nuclear Blast, hogar de muchas de las grandes bandas de la actualidad como Nightwish, Blind Guardian, Accept, Edguy y Avantasia, súper ventas hoy en día en Alemania.
Para la composición de este nuevo álbum, los suecos nuevamente abren una casilla de e-mail para recibir ideas acerca de batallas cuyas historias los fans quisieran oír en las canciones. El resultado -otra vez- es efectivo: de los cientos de cartas se desprenden diez canciones que abarcan principalmente la Segunda Guerra Mundial, desde la gran resistencia de los griegos ante el avance de Mussolini en su territorio, hasta el avance de 101ª División de Asalto Aéreo hacia Berlín en la veloz Screaming Eagles. Midway habla de las cruciales tácticas navales de la limpia pero brutal lucha entre Japón y los Estados Unidos en el pacífico, mientras que en la alentadora Uprising, los civiles polacos se visten de héroes haciendo frente a los nazis que ocupan su país. Incluso, se atreven a tocar el complicado asunto del Holocausto con el track Final Solution. “Los alemanes han sido bien simpáticos con nosotros por más que los  nombremos en cada álbum”, dice el cantante. “Habrán algunos, no metaleros, que claro que reaccionarán a títulos así (…) sin importar lo que digas”. La única excepción a la Segunda Guerra Mundial del disco es Metal Ripper, que sigue en la tradición de Metal Crüe y Metal Machine de recopilar en sus versos letras de algunos clásicos de Judas Priest, Deep Purple, Accept y un sinfín de otros referentes.
El apoyo de Nuclear Blast a sus nuevas estrellas se hace notar. No sólo les dan presupuesto para realizar tres fantásticos video clips para Uprising (con el famoso actor sueco de series y películas Peter Stormare), Screaming Eagles y Coat Of Arms. En septiembre del 2010, el sello también rescata los cuatro primeros álbumes y los lanza en versiones llamadas “Re-Armed”, incluyendo bonus tracks y distribuidas en sus amplias redes de venta. Sin embargo, en esta época es primera vez que surgen ciertas voces diciendo que Sabaton no se movía de su sonido ni contenido. Y de hecho, al preguntársele a Pär sobre la evolución del grupo, el bajista y letrista respondería: “No hay demasiada en términos musicales, pero si un montón en cuanto a la puesta en escena. Cada vez nos sentimos más y más cómodos en el escenario, tocando nuestros temas. En cuanto a la música, no somos tan buenos (risas)”.

En todo caso, y si bien no se trata de un disco que marcara un hito tan grande como “The Art Of War”, “Coat Of Arms” llega al segundo lugar en los charts suecos, algo sólo superado por Hammerfall en en esas tierras, al noveno en Polonia y Hungría, al décimo en Grecia y entre los 20 primeros en el mercado germano, el más grande de Europa en cuanto a metal.
El frenético ritmo alcanzado con los trabajos anteriores se estabiliza tras el lanzamiento de “Coat Of Arms” y empiezan los planes para la grabación y salida del vivo “World War Live: Battle of the Baltic Sea”, que se editaría en agosto del 2011 y que rápidamente se convertiría en disco de oro en Polonia. Su edición especial incluye un DVD con la presentación en vivo en el Festival Rockstad: Falun, organizado por la misma banda en la localidad de la cual provienen. En esa oportunidad invitan también a Gamma Ray, grupo idolatrado por Sabaton que convenciera a sus miembros de hacer Heavy/Power Metal en lugar de algo más Thrash en los comienzos.

Uno de los miedos más grandes del mastermind de Sabaton, Joakim Brodén, es “subirme al escenario y dejar a una audiencia yéndose decepcionada del show, o haciendo un álbum que a nuestros fans no les guste”.

Con ese pensamiento se sentaría el cantante tras todo el ciclo de Sabaton culminado con “Coat of Arms” y para revolver un poco las cosas, ya que el 2011 anunciaría que el próximo material aún sería sobre la guerra, “pero no como la gente esperaría de nosotros”. Ante la incógnita y justo después entonces de tocar con Iron Maiden en el Ullevi Stadium de Gotemburgo, en julio de ese año, revela que el título tentativo de la producción es “Kings Of War”, adelantando que se trataba del álbum más ambicioso de su carrera. Lo que no se sabía en ese entonces era que trabajaban mano a mano con y autor sueco Bengt Liljegren, historiador responsable de biografías de Adolf Hitler y del Rey Carlos XII de Suecua.
Así, justo el primer día del 2012 informan a los medios que “Carolus Rex” será el nombre de la placa que saldría a fines de mayo. La primera gran sorpresa sin embargo sale en febrero, cuando Sabaton entrega la lista de temas con todos los títulos en su idioma materno. El material entonces se aproximaría en dos versiones, una cantada sueco y otra en inglés, ambas abarcando la historia del Imperio Sueco entre los siglos XVII y XVIII y la vida del Rey Carlos XII con todas sus aspiraciones de grandeza y de conquista de Europa, con cómo empieza todo aquel sueño y cómo termina aquella pesadilla.
“Es lejos el mejor álbum que hayamos hecho”, comenta Pär Sundtröm. “Mucha gente nos ha preguntado por qué cantamos acerca de otras naciones y nunca de la historia sueca, nuestra historia. Cuando encontramos a Bengt Liljegren supimos que podríamos hacerlo y afortunadamente todo salió bien”.

Lamentablemente, cuando todo va viento en popa, a dos meses de la salida de “Carolus Rex”, un diario sueco extiende el rumor de insólitos cambios en la alineación de Sabaton y, a fines de marzo, el vocalista Joakim Brodén se ve en la obligación de confirmarlo. Todos a excepción suya y de Pär dejan la banda, con Oskar Montelius, Rikard Sundén, Daniel Mulback y Daniel Mÿh marchándose sin especificar más razones que la siguiente: “Empezar un grupo a la edad de 18 es simple, mantenerlo intacto por 12 años es mucho más complicado y al final hemos llegado a la encrucijada donde debemos irnos cada uno por su camino. Pär Sundström y Joakim Brodén (los únidos dos compositores en el equipo) seguirán batallando en el escenario, llevando la bandera de Sabaton hacia más grandes victorias. Siempre tendremos un vínculo eterno entre nosotros, creado por más de 12 años de amistad y de giras, por lo que les deseamos a todos una larga y próspera vida con sus familias, carreras musicales y proyectos”.
Pese a tener a los cuatro “ex” en los booklet de “Carolus Rex” listos para imprimirse, como miembros oficiales y participantes de todo el proceso, el cuerpo de batalla de Sabaton se desarma quedando sin retaguardia. Más tarde, Joakim explicaría en entrevistas que sus amigos no podían seguir con el ritmo de las giras y que por el bien del grupo, se hacía necesario llamar a otros refuerzos. Sin embargo, y muy pronto tras el quiebre, Oskar Montelius, Rikard Sundén, Daniel Mulback y Daniel Mÿh forman su propio proyecto, Civil War, recién fichado por Despotz Records y con el Astral Doors Patrik Johansson en las voces. Allí, afirman que tendrán el espacio para componer que Brodén y Sundtröm jamás le dieron en Sabaton.
Previo al lanzamiento del disco y a pesar de la partida de varios integrantes y amigos de la vida, Joakim y Pär logran ponerse en marcha y consiguen a tres músicos para completar una flamante alineación. Los nuevos compañeros de guerra son Robban Bäck en batería y Thobbe Englund con Chris Rörland (Nocturnal Rites) en guitarras, lo que hace presumir que Brodén por lo menos de manera temporal volvería a tomar las teclas en estudio. Con ese lineup se van de gira por Estados Unidos y México y a fines de mayo sale por fin “Carolus Rex”, para luego protagonizar algunos de los festivales más grandes de Europa. 

Tanto a los críticos como a los fanáticos les sobran razones para entregar a este álbum los elogios que ha ganado en tan poco tiempo: precisión histórica, grandes arreglos orquestales, Power Metal bilingüe y hasta un cover de Amon Amarth en una de las ediciones limitadas, exactamente Twilight Of The Thunder God. Hacía años que en la escena powermetalera no se veía un material tan rico e interesante en su ambición de rescatar hechos del pasado y sus compatriotas en Suecia premian el esfuerzo, levantándolo hasta el segundo lugar de sus charts. En Alemania el éxito es gigante y el trabajo alcanza la séptima posición de los ránkings germanos, logro este año sólo superado -y por poco- por “Stalingrad” de Accept.

A modo de resumen, no es difícil identificar los puntos claves y los logros que los suecos han alcanzado en sus doce años de existencia. Sabaton ha conseguido refrescar un género que en cierto modo se veía estancado en cuanto al surgimiento de nuevos actos, donde algunas jóvenes bandas emergentes no son más que imitaciones de segunda mano de los grandes clásicos de Power Metal. Los fanáticos, encantados con la mixtura de un acercamiento histórico muchas veces contemporáneo y el metal que la agrupación tan bien realiza, se acercan cada vez más a su propuesta y se dejan conquistar con su puesta en escena.
Sabaton es un ejemplo de nueva sangre y consistencia: seis álbumes, seis éxitos, cientos de conciertos y una estabilidad de integrantes que si bien se quebró este año, no apabulló a sus integrantes que rápidamente se rearmaron. Porque les queda una bala más por disparar y esa no es cualquiera…
Los muchachos de Falun han sobrepasado numerosas batallas y de todas han salido victoriosos. Cuando el corcel de la innovación ya no galopaba, ellos tomaron las riendas y pusieron de nuevo en movimiento el motor del Power Metal. Sabaton lleva a los metaleros una Nueva Épica, mientras que alcanza la Misma Gloria de los ídolos de antaño.
“Recuerdo obviamente cuándo compusimos Primo Victoria, que fue hace muchos años pero me acuerdo muy bien”, concluye Joakim tras sus oscuras gafas de guerra. “Recuerdo sobretodo cuando hicimos el demo de ese tema, con Pär estaba en la sala de control grabando y con el productor diciéndome que lo íbamos a cantar sin música. Le contesté que no, que eso no iba así, pero me instó a cantar la primera frase capella con otras armonías. Después la escuchamos ya montada empezamos todos a llorar y reír a la vez, porque pensamos que era exactamente eso, que “eso” era Sabaton.



2001 - FIST FOR FIGHT [DEMO]


  1. "Introduction" (0:53)
   2. "Hellrider" (3:45)
   3. "Endless Night" (4:48)
   4. "Metalizer" (4:42)
   5. "Burn Your Crosses" (5:27)
   6. "The Hammer Has Fallen" (5:46)
   7. "Hail to the King" (4:09)
   8. "Shadows" (3:32)
   9. "Thunderstorm" (03:07)
  10. "Master of the World" (3:57)
  11. "Guten Nacht" (01:11)



2005 - PRIMO VICTORIA


   1. "Primo Victoria" – 4:10
   2. "Reign of Terror" – 3:51
   3. "Panzer Battalion" – 5:09
   4. "Wolfpack" – 5:55
   5. "Counterstrike" – 3:48
   6. "Stalingrad" – 5:18
   7. "Into the Fire" – 3:25
   8. "Purple Heart" – 5:07
   9. "Metal Machine" – 4:22



2006 - ATTERO DOMINATUS


   1. "Attero Dominatus" – 3:43
   2. "Nuclear Attack" – 4:10
   3. "Rise of Evil" – 8:19
   4. "In the Name of God" – 4:06
   5. "We Burn" – 2:55
   6. "Angels Calling" – 5:57
   7. "Back in Control" – 3:14
   8. "Light in the Black" – 4:52
   9. "Metal Crüe" – 3:42


2007 - METALIZER


   1. "Hellrider" - 3:42
   2. "Thundergods" - 3:47
   3. "Metalizer" - 4:06
   4. "Shadows" - 3:28
   5. "Burn Your Crosses" - 5:09
   6. "7734" - 3:41
   7. "Endless Nights" - 4:52
   8. "Hail to the King" - 3:39
   9. "Thunderstorm" - 3:08
  10. "Speeder" - 3:45
  11. "Masters of the World" - 4:01
  12. "Jawbreaker" (Judas Priest cover) - 3:22

2008 - THE ART OF WAR
   1. "Sun Tzu Says" – 0:24
   2. "Ghost Division" – 3:51
   3. "The Art of War" – 5:09
   4. "40:1" – 4:11
   5. "Unbreakable" – 5:58
   6. "The Nature of Warfare" – 1:19
   7. "Cliffs of Gallipoli" – 5:52
   8. "Talvisota" – 3:32
   9. "Panzerkampf" – 5:16
  10. "Union (Slopes of St. Benedict)" – 4:05
  11. "The Price of a Mile" – 5:56
  12. "Firestorm" – 3:26
  13. "A Secret" – 0:38


2010 - COAT OF ARMS


1. Coat of Arms - 3:35
2. Midway - 2:29
3. Uprising - 4:56
4. Screaming Eagles - 4:08
5. The Final Solution - 4:57
6. Aces in Exile - 4:23
7. Saboteurs - 3:16
8. Wehrmacht - 4:14
9. The White Death - 4:10
10. Metal Ripper - 3:51


Carolus Rex 2012


 

¿No hay un dicho que dice?, a rey muerto, rey puesto, pues eso es exactamente lo que ha hecho SABATON con su antigua formación; poco antes del lanzamiento de “Carolus Rex”, sexto trabajo de los suecos. El combo anunciaba la marcha de cuatro de sus integrantes; sin dar más razones; alegando que después de 12 años de carrera, las convivencias siempre son difíciles, sobre todo tras empezar en un grupo a los 18 años de edad. Tras el tiempo transcurrido, la gente tiende a evolucionar y a cambiar su percepción e ideas; muchos piensan de otra forma, y por ello; la tensión se magnifica; a la larga un cambio a tiempo es lo mejor; esto es lo que ha ocurrido con SABATON, por suerte la artillería pesada no se ha venido abajo, como cabría esperar, Pär Sundström, bajista y Joakim Brodén, vocalista, siguen en la batalla y a ellos se les unen nuevos componentes; Robban Bäck a la batería, Thobbe Englund y Chris Rörland a las guitarras; que son los que defenderán este nuevo arsenal en vivo.
Así que el grupo pasa de tener seis componentes a cinco, y nuevamente “Carolus Rex” es el disco que vienen a presentar, y el trabajo del que hablamos en esta review; álbum doble por cierto; ya que cuenta con otro disco con las mismas canciones, pero grabado en su idioma natal, sueco. Como cabría esperar, me decanto por el disco grabado en inglés; naturalmente. Además, SABATON vienen con las pilas cargadas con su típico power metal majestuoso, himnos bélicos ultra rápidos, estribillos altamente inflamables y repetitivos, azotados por la mano de los teclados, o esa batería incombustible a piñón fijo.
“Carolus Rex” es un álbum conceptual basado en la historia de Gustav II, también conocido como “The Lion from the North”, el león del norte, mandamás que gobernó Suecia desde 1611 hasta 1632; principal responsable de la creación del imperio Sueco. Hay varias capas en esta historia, entre ellas, algunas batallas, invasiones, persecuciones, y una eventual derrota a manos de los rusos en el siglo 15; el concepto típico de un álbum de estas características. Está bien, ya que sirve para aprender un poco más de historia a través de la música, que nunca está demás.
No es una sorpresa para muchos, que estas canciones esgrimen el tipo sonido épico que muchos critican en la etiqueta de Hollywood metal de RHAPSODY OF FIRE, salvo el hecho de que SABATON es infinitamente menos técnico. Y eso es probablemente por qué algunas de estas canciones se sienten bastante bien, incluyendo el primer tema “The Lion from the north” una apuesta segura para los próximos conciertos del grupo; la primera vez que la escuche, parecía una discoteca a toda pastilla a punto de explotar, eso lo digo por el sonido tan estrambótico que tienen los teclados; es una canción que por su reiterativo inicio de teclado me recuerda mucho a “Coat of Arms” ya que parece una copia casi exacta de esta; es más, tiene los mismos ingredientes que dicho tema y varia muy poco con respecto a este; como siempre la muscular voz de Joakim da el empuje necesario con un sonido grueso, a día de hoy, alma mater del grupo, un frontman fuera de serie que se deja la piel en el escenario.
“Carolus Rex” es un trabajo muy variado, quizás más que sus anteriores obras, y con temas infinitamente mejores; himnos, cada uno de ellos; imposible quedar enamorado de la magia construida por el golpe inicial de “Gott mit uns”, con la batería jugando fuerte, o la voz de Joakim entonando de forma distinta a como nos tiene acostumbrados normalmente; un tema con unos estribillos grandiosos y una guitarra viva y locuaz, un tema pegadizo que se deja querer desde primera hora; donde la batería hace unos redobles triunfales a merced de la épica transcendencia de las guitarras. “A lifetime of war” enjugada a paso lento, es un tema con un entrante escandalosamente asequible, aparte el violín y sintetizador se hermanan con la voz de Joakim, en un apartado con un estribillo apoyado por una gran coral, precioso, buena potencia en los riffs y una base rítmica que después del solo de guitarra, suma más potencia.
“1648” sigue con el power metal rápido de teclados bobalicones y esculturas épicas, típicamente SABATON, buena melodía inicial, velocidad a raudales, una presencia de la batería implacable, que dejan paso a otro gran solo de guitarra, todo ello coloreado por las distintas tonalidades vocales y armoniosas de las corales que enfundan su arma, para dar más vidilla a una canción formidable.
Por un momento el silencio apaga la habitación a través de las tinieblas enfocadas por el órgano de catedral que introduce la canción número seis, “The caroleans prayer”, un tema de vertiente lenta, donde el bajo de Pär Sundström apoya la voz de Joakim con unas tonalidades delicadas; las sintetizadas teclas se intercalan con la majestuosidad del coro, después se liga un solo de guitarra trabajado, finalmente las voces  se van apagando con lentitud hasta desaparecer por completo, un tema hímnico, todo hay que decirlo.
El título que da nombre al disco, “Carolus Rex” hace aparición con una base prolongada de batería, bombo y teclados, aquí los riffs de guitarra son más secos, los estribillos ascienden hacia la gloria. La contundencia de “Killing Ground” que por cierto no es un tema de SAXON, me ha recordado a la escuela de HAMMERFALL, un tema muy heavy, repleto de melodía, con el típico sonido cabalgante tan de moda en este estilo; uno de los temas más guapos del disco; donde veremos las filigranas de las seis cuerdas o los voceríos que acompañan a la voz de Joakim.
La batalla de “Poltava” es un track puramente SABATON, que sobresale por la cantidad de voces entrelazadas que intervienen; la métrica es exactamente la misma que cortes como “Coat of Arms”, las mismas pautas a seguir, donde veremos por primera vez, esos fantásticos solos de teclado de temática neoclásica. La canción relata una batalla en Ucrania, en 1709, donde el rey Carlos tuvo que sufrir una aplastante derrota a manos de Pedro I de Rusia, a partir de aquí, se inició el principio del fin, del Reino de Suecia como superpotencia en Europa.
Con “Long live the king”, (larga vida al rey) llega un tema marcado por un final pomposo, iniciado por unos riffs genéricos y apoyado por arreglos orquestales; no es uno de los mejores del álbum; “Ruina Imperii” – la caída del imperio (bastante flojo, todo hay que decirlo) se asemeja a esa devastadora planicie y un imperio derrotado con sus huestes agonizando; la caída de la corona, tal y como se puede ver en la portada de “Carolus Rex”, glorificada en oro, ostentosa de belleza, ante un final inquietante; aunque no tanto como cabría esperar; por supuesto SABATON ofrecen material de calidad; no sé si mejor o peor que sus obras pasadas, pero si con una evolución dada de lo que es su discografía y éxitos del pasado como su anterior “Coat of Arms”, “The Art of War” y su más reciente adquisición en directo, “World War Live: Battle of the Baltic Sea”.
“Carolus Rex” se convierte desde ya en un álbum de adquisición obligada para cualquier seguidor que se precie, como siempre digo, habrá a quien no le guste el rollo de estos tíos; yo me quedo con la primera impresión que ha sido bastante buena, sobre todo con el álbum en inglés, y con la caja en edición de lujo. Tal y como nos tienen acostumbrados, SABATON nunca defraudan y más con un disco como este, donde hay una historia detrás, que por su fuerte, resulta fascinante una vez te adentras en ella. Todo vuestro.
Componentes:
Pär Sundström – Bajo
Joakim Brodén – Voces, teclados
Robban Bäck – Batería
Thobbe Englund – Guitarras
Chris Rörland – Guitarras
Tracklist:
01. Dominium Maris Baltici
02. Lejonet från Norden
03. Gott Mit Uns
04. En Livstid i Krig
05. 1648
06. Karolinens Bön
07. Carolus Rex
08. Ett Slag Färgat Rött
09. Poltava
10. Konungens Likfärd
11. Ruina Imperii

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